Las personas refugiadas, ONGs, instituciones culturales, personal académico y agentes políticos que participaron en la fase inicial de investigación de So Close coincidieron al señalar la necesidad de diseñar un proyecto dirigido a personas jóvenes. Un proyecto que sirviera para revisar las miradas de la sociedad de destino ante las migraciones forzadas, recordar la experiencia de nuestros antepasados y acercarnos a las realidades de las personas que han llegado más recientemente.
Ante este acuerdo nos pusimos manos a la obra. La idea inicial era involucrar diferentes agentes en el diseño de unas actividades que llevaríamos a cabo en varios centros educativos, grabaríamos el contenido y colgaríamos el resultado en el documental multimedia. Esta idea se vio truncada poco antes de empezar. El curso 2021-2022 ha sido un curso agitado a raíz del impacto de la pandemia en los centros educativos, las reformas políticas y las movilizaciones diversas, de forma que teníamos que pensar un plan B. Entonces se nos ocurrió la idea de diseñar unas actividades que pudieran mantenerse en el tiempo y que los centros educativos las pudieran llevar a cabo por su cuenta, incluso cuando So Close haya acabado.
Quizás aquellos contratiempos no nos fueron tan mal, ¿no?